sábado, 27 de enero de 2018

Desde nuestro jardín: Carta 1

25 de mayo de 2016

Hace casi un mes que terminó, un mes que me ha parecido un año, o dos. Le doy la razón a Neruda con eso de que el olvido es muy largo, pero le refuto la idea de que el amor es corto; el amor es largo, pero nuestras expectativas difíciles de alcanzar. Aquello de lo que nos enamoramos se convierte, de pronto y sin aviso, en aquello que queremos cambiar de la otra persona; qué irónico. Las relaciones humanas son muy difíciles, dirías tú. Somos individuos complejos, en constante cambio; que se equivocan, aman, aprenden y perdonan.

Últimamente al despertar me viene un recuerdo a la cabeza, muy nítido pero lejano. ¿Te acuerdas de lo que platicamos una noche en el bar que está por la de Galeana? “Si esto resultase ser un sueño, no vamos a demorarnos en buscarnos al levantarnos; te llamaré y te diré: te soñé. Y sabrás que sucedió”. Me enjabono, me enjuago y pienso, pienso que te he querido tanto que me inventé esta historia para sentirte cerca. Y recuerdo, lo que sea que recuerde: he estado allí a tus 3, 6, 9 y todo lo demás; diciéndote que te asomes por la ventana del apartamento a ver el cielo que hoy se ha pintado bonito, y me descubras abajo, mientras me tapo el sol de la cara, sonrío y te saludo levantando la mano. 


Cada 28 de agosto te recuerdo, aunque no siempre podamos coincidir. En el bosque, en el mar, en la cama, en el jardín; yendo y viniendo, amándonos y dejándonos. Y el hilo no se rompe.

He decidido escribirte hoy porque los últimos tres días te he soñado y he tenido muchas ganas de verte. Escribirte me calma.

Pd: El amor cura. He estado leyendo acerca de Ho oponopono; es un arte donde, cada vez que sucede algo que nos duele, podemos pedir en una oración que “por favor sea sanada la parte de mi mente que creó este problema”, y repetir mentalmente “Lo siento, perdóname, te amo, gracias”, dirigido a la divinidad. Debes hacerlo con actitud de serena alegría. Ya lo he puesto en práctica y me da mucha paz. Me gustaría que lo hicieras también.


Te quiero mucho.