Te he visto. Al frente mío y detrás de la línea divisoria que
determina que te has convertido en lo que nunca quisiste, pero por lo que
siempre clamaste.
Tus zapatos bien limpios y los ademanes que te hacen parecer
políticamente correcto, me dicen que continúas en donde no perteneces.
Y yo afuera.
Tu entrada me deja reflexionando.
ResponderEliminarAl leer, siento que... la vida a veces se torna muy extraña.
Y al mirar bien, es conmovedor ver las manos vacías...
... y sólo ayer, estaban llenas.
Es lo que tu entrada me hizo sentir.
Gusto de estar en tu blog, Karla.
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